martes, 31 de mayo de 2011

un minuto


Me pides que en un minuto te cuente lo que siento... y siento que 60 segundos son muy poco tiempo...reflexiono, pienso y el tiempo se me escapa. Mueren los segundos  y no salen las palabras...se acaba el tiempo. Tic, tac...solo quedan dos segundos- dos palabras... TE AMO.
Si. Es eso lo que siento cada segundo, cada mañana, cada día compartido a tu lado. Es algo tan grandioso que siempre me deja sin palabras.

viernes, 20 de mayo de 2011

Confesión


Me acerco silencioso hasta llegar a tu lado, brota de mi un suspiro frágil, palpita el corazón a la  velocidad de un formula uno. Miro al cielo desde aquel día que te encontré caminando el mismo camino  ya he podido ver media docena de  noches de luna llena, camino a casa imagino cuentos que no tienen fin, escribo poemas que no terminan, recuerdo tu voz cual caricias y susurros para mi  alma.
Arriesgarme, decidirme seria el  inicio de un sueño, de un caminar lento y sin preocupaciones, Gozar de la dulce mirada de sus ojos claros que me miran o soy yo quien los mira... Disfrutar del  viento silencioso para conversar con el y contarle este secreto, escoger una entre las muchas  de una lluvia  de estrellas fugases y coquetas que conceden deseos y pedirle el mío, nubes que te miran y me miran, nubes que se enamoran...
Y no se trata de una adivinanza…  No...es solo una dulce confesión, y es que te miro dulcemente cada noche, cuido tus pasos soy amigo de tu sombra aunque no me hables, respiro tu mismo aire, sueño con tu mismo sueño... pero te sueño soñando conmigo.

jueves, 19 de mayo de 2011

Nostalgia

Calle empolvada, escaleras y mas escaleras, el perro ladrando con toda su fuerza, la puerta abierta de la vieja casa, techos de barro, paredes de madera, muebles de antaño flores envejecidas, lámparas sin bombillas, tapete con parches, cama grande compartida, almohadas duras, un televisor a blanco y negro, cocina de leña, patio de ropas, sótano bajo el piso de madera...la vieja casa donde aprendí el dulce sabor de la vida palacio donde enterré mis tesoros, la mas dulce cárcel de mis sueños...la vieja casa a quien le conté mis cuentos, mis amores y desamores, mi cómplice la vieja casa...cuando sea grande volveré a comprarla como un día lo hicieron mis viejos.
Venderte  no fue un adiós solo fue un hasta luego, cuando yo vuelva a ti serás el palacio donde habitare con mi reina, y allí nacerán un príncipe y mi princesa, no hay duda que juntos haremos el mejor equipo, desenterraremos viejos tesoros para construir con ellos nuevos futuros.
Casa vieja sígueme esperando que pronto iré a tu encuentro  para juntarnos de nuevo y abrazare  tu puerta, tocare tus paredes, jugare en el patio y me esconderme bajo tu suelo en el pequeño sótano así como lo hacia cuando éramos cómplices mi bella y entrañable casa vieja.