Dios

Cuando Dios mira para abajo    se sienta a reír a ratos, viendo pelear  a sus hijos  como si fueran  perros y gatos, luchando por ser los dueños de un mundo de garabatos. Es allí en ese momento Cuando escupe para abajo.

Aunque no lo creas  trabaja de madrugada y la mañana completa  escribiendo horas enteras la historia de este  planeta;  que sueña más superior  y menos adolorido, se tapa sus dos oídos para no escuchar a la gente rezándole algún  quejido.

Ya se aburrió de ver la misma telenovela, gente que solo se queja, que piden diez mil milagros, que viven del que dirán, que a nadie le hacen mal, pero tampoco hacen el bien.

Cuando quiere bajar a la tierra entonces alista un bonito traje y  un sombrerito de lana, unas gafas oscuras  para no llamar la atención, después que  camina un rato, se bebe unos buenos tragos, se compra un par de zapatos para poder bailar un buen rato, y luego como toda una estrella enamora una encantadora mujer, la hace reina de la fiesta le canta, le declama, la besa y huye feliz y  contento a su nube a tomarse una pequeña siesta.

Lava sus barbas de ves en cuando, nunca arregla su cuarto, sencillamente vive feliz, tomando ron en su cuarto y viendo en la tele  feliz su comedia favorita quien quiere ser millonario.

Ya de noche revisa Facebook, envía algunos correos a sus ángeles de la guarda.

Muy en la mañana se reúne con sus contadores para hacer cuentas de pecadores  entrados y salidos.

La tarde es para negocios almuerza con la  competencia, el del negocio del lado, si ese mismo el del infierno quien le cuenta las ultimas noticias amarillistas y fatalistas de lo que pasa allá abajo en el mundo al revés.

Él  paga por unas almas que al cielo quiere llevar le entrega los nominados paga el almuerzo y se va.

Ahora anda muy cansado pidiendo ayuda de todos por el cree en nosotros que somos tan talentosos que hicimos de un mundo sencillo un lugar tan novedoso seremos capaces de hacerlo mejor. Por eso ahora se dedica a escribir mensajes en nubes, Se encierra en tu corazón y de allí  te sana y te da amor.

Se aparece entre tus sueños para cambiarte la vida, suele jugar a esconderse entre tu cabeza y tu cerebro dejándote allí la idea que seguro te hará un genio. Cuando Dios mira para abajo    se sienta a reír un rato porque sabe que tú eres genio pero pecas por ser novato.