sábado, 17 de diciembre de 2011

Noche, lluvia y Tú

Caminamos por la calle como dos desconocidos en la misma dirección , pájaros desamparados bajo una lluvia de  frío. 

Hicimos una pausa en el camino y entramos a la estación para  escaparnos del frío y conversamos esa noche como nunca tú y yo. Gotas de una frágil lluvia resbalaban en tu rostro...
Pude conocer cien  cosas sobre  ti, cosas que nadie pregunta, cosas que nadie conoce, cosas que solo tú y yo conoceremos.
Me volviste a enamorar como haces siempre y afirmo  que siempre cada encuentro es diferente, llego como si no te conociera y comienzo a descubrir en tu mirada esas cosas que me encantan, tu frágil figura, esas sutiles palabras y tus sueños de crecer, tus sueños de un mañana...
Estar junto a ti, decirte tantas cosas,  verte a los ojos sin temor, comenzar a conocerte rompiendo la timidez y los miedos, acercarnos para hablar con respeto y sonriendo cada vez que algo loco se nos ocurría al hablar de lo tuyo o de lo mío sencillamente fue algo especial, no logro ahogarnos la lluvia que inundaba nuestros zapatos, esa misma que con fuerza nos pedía un abrazo para calentarnos.
Fue el reloj entonces el verdugo  como en los cuentos  nos hizo un llamado de atención, se movió  con mayor rapidez  y  pensó en voz alta…aquí  algo pasa. Pero será en otro tiempo y lugar que continuará esta historia si el reloj  lo permite con  lluvia o si lluvia pero con ella. 

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