Detrás de un árbol se escondió
el dulce pecado de lo que fue nuestro primer encuentro, momento glorioso que
marco cada pisada por un camino lleno de
ilusiones, flores, sueños y deseos. Dulce beso mezcla de encanto, fresa y hierbabuena.
Magia que se fue
escapando con el tiempo por entre
los arboles del bosque silvestre de nuestras vidas...
Hoy prefiero recordar la inocencia de tus ojos dulces, a la
inocencia de tu boca roja...porque tus ojos aun no han visto cosas, pero en cambio tu boca aprendió a mentir vertiginosamente y lo cambiaste todo.
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